MyPet la app argentina que busca 20 millones de mascotas abandonadas

En la oscuridad de las cinco de la mañana vio un perro desorientado dando vueltas. A pocos metros, un cartel con la foto de otra mascota perdida pegado en un poste. Primero se acercó para asegurarse de que ese perro no estuviera solo. Después le quedó dando vueltas la pregunta que lo marcaría: cómo puede ser que, con todo el avance tecnológico, la solución siga siendo un papel fotocopiado pegado en la calle.

De esa mezcla de piel de gallina, empatía y bronca nació MyPets.

Un mapa interactivo para perros y gatos perdidos

MyPets es una aplicación que funciona como una especie de Waze para mascotas. Las personas se registran, crean un usuario y pueden reportar perros y gatos perdidos, encontrados, heridos o que necesitan tránsito.

En un mapa interactivo, la app va avisando: “Acá cerca tuyo se perdió este perrito, estate alerta” o “Encontramos este animal, necesita ayuda”. También permite subir fotos, avisar si hubo un accidente, ofrecer tránsito o simplemente prestar atención si sos de los que miran la calle con sensibilidad.

La lógica es simple, pero potente: una red que conecta a personas desesperadas porque perdieron a su compañero de cuatro patas con otras personas dispuestas a ayudar, y con los animales que necesitan ser vistos, rescatados o devueltos a su hogar.

MyPets no es solo para quien perdió a su mascota. También piensa en la enorme comunidad “mascotera” que quiere involucrarse: desde el que levanta perros de la calle, hasta quien puede ofrecer alojamiento temporal o simplemente reportar a un animal que ve deambulando.

Dentro de la app también se pueden ver veterinarias, pet shops y consejos vinculados a tenencia responsable.

Un problema gigante: millones de animales abandonados

Detrás de la historia de la app hay una realidad cruda. Federico cuenta que hoy se calcula que en Argentina hay alrededor de 20 millones de perros y gatos abandonados, deambulando en la calle. Solo en la ciudad de Buenos Aires, distintos datos hablan de cifras que van desde casi un millón hasta varios millones de animales sueltos.

Las causas son múltiples: abandono, falta de castración, reproducción sin control, desinformación y decisiones impulsivas a la hora de adoptar. A eso se suman situaciones puntuales que disparan los casos: fiestas con pirotecnia, vacaciones de verano, mudanzas y crisis económicas.

En Navidad y Año Nuevo, relata, se multiplican los perros que escapan por el miedo a los fuegos artificiales. Junto a su pareja salieron una noche de fiesta con un objetivo claro: ayudar a los animales que estaban corriendo desesperados entre muñecos gigantes prendidos fuego, parlantes y calles cortadas. Encontraron a un perro paralizado por el shock: parecía muerto, pero estaba vivo. Lo llevaron de urgencia al veterinario y, cinco días después, lograron darlo en adopción.

Ese tipo de escenas explican por qué, para él, la app no es solo un proyecto tecnológico, sino una herramienta de emergencia en contextos de caos, desde noches de pirotecnia hasta grandes tragedias.

Una misión que viene de la infancia

El amor por los animales no apareció de golpe. Federico cuenta que, desde chico, en su casa se rescataban y adoptaban perros de la calle casi sin pensarlo. Sus padres siempre fueron de “levantar” animales abandonados e incorporarlos a la familia, y esa cultura de adopción le quedó grabada.

Sin embargo, nunca se imaginó a sí mismo como “rescatista profesional” ni soñaba con tener un refugio. Fueron las vueltas de la vida, sumadas a esa escena de la madrugada y al uso cotidiano de la tecnología, las que lo empujaron a transformar esa sensibilidad en una herramienta concreta.

Dos años de desarrollo, prueba y error… y un gran tropezón

El camino de MyPets no fue lineal. Desde la idea hasta que la app estuvo lista pasaron dos años de desarrollo con dos amigos programadores. Fue un proceso de prueba y error constante: ajustar funciones, corregir errores, repensar pantallas y testear experiencias reales de uso.

El primer gran tropezón llegó el mismo día del lanzamiento. La idea inicial era que las veterinarias pagaran un monto mensual para aparecer en el mapa. Federico, orgulloso de su creación, salió a ofrecerles el producto. Pero se encontró con una realidad contundente: nadie quería pagar para estar en una app sin descargas, sin base de usuarios y sin trayectoria.

Volvió a su casa y les dijo a sus padres: “Me parece que esto va a tener que ser gratis del todo”. Ahí empezaron de nuevo, reformulando el modelo de negocio y entendiendo que primero había que aportar valor y construir comunidad.

Un modelo que se sostiene con marcas y publicidad
Hoy MyPets se financia a través de publicidad y esponsoreos de marcas vinculadas al mundo de las mascotas: alimentos, pet shops, productos del rubro. Federico, que es vegetariano, también busca sumar marcas alineadas con esa mirada.

Además, están desarrollando productos de merchandising para diversificar los ingresos. Aún no tienen inversores, pero tienen las puertas abiertas a quienes quieran apostar a un proyecto que combina impacto social, comunidad y tecnología.

Lo que sí lograron fue captar la atención de los medios. Al principio, la difusión fue casi artesanal: ir a veterinarias, repartir volantes, caminar parques, explicar cara a cara qué era la aplicación. Esa primera ola de boca en boca terminó llamando la atención de radios, portales y programas que amplificaron la historia y le dieron escala al proyecto.

Tecnología, IA y un futuro más preciso para buscar mascotas

El próximo paso de MyPets es sumar inteligencia artificial a la plataforma. Están trabajando en un sistema de reconocimiento “facial” para perros que permita comparar imágenes: por ejemplo, subir la foto de un golden y que el sistema la cruce con otras fotos para encontrar coincidencias y posibles matches.

La idea es que esta funcionalidad esté lista alrededor de diciembre, justo antes de las fiestas, uno de los momentos del año en que más perros se pierden por el ruido de la pirotecnia. La esperanza es que la tecnología ayude a acelerar los reencuentros en esas fechas donde el estrés, el caos y el abandono se disparan.

Educación, leyes y la figura del “tutor”

Más allá de la app, MyPets se apoya en una mirada más amplia sobre el vínculo con los animales. Federico insiste en que el problema de fondo es la educación: nadie nos enseña desde chicos qué es la tenencia responsable, cuánto cuesta realmente tener un perro o un gato, qué razas son compatibles con nuestro estilo de vida o cuánto tiempo necesitan de paseo y atención.

Habla de la importancia de explicar a los niños qué es maltrato, qué cosas sí y qué cosas no se pueden hacer con un animal. También menciona avances como el paquete de medidas conocido como “Lady Huellas”, que incluye multas por no juntar la caca de los perros, normas para transporte público con mascotas, registro de maltratadores y penas más duras por crueldad animal.

En paralelo, es parte de un cambio de lenguaje: no hablar más de “dueños”, sino de “tutores”. Una palabra que implica responsabilidad, cuidado y vínculo, más que propiedad.

Un impacto intangible, pero enorme

Cuando le preguntan qué le devuelve el público, Federico lo resume en una palabra: emoción. Recibe mensajes de personas que le escriben llorando para agradecerle haber encontrado a su perro gracias a la app. Historias de gatos que reaparecen después de días de búsqueda. Cadenas de usuarios que se activan para conseguir tránsito, hogar o tratamiento para un animal abandonado.

Lo define como algo “intangible” que lo atraviesa y lo impulsa a seguir. En cada caso, detrás de un ícono en un mapa hay familias que recuperan un miembro irremplazable.

MyPets nació de un perro perdido en una madrugada fría y de una pregunta incómoda sobre la falta de soluciones. Hoy es una red que une tecnología, empatía y comunidad para intentar que esa escena —un cartel en un poste y un animal deambulando— tenga cada vez más finales felices.

Audio Nota:

https://empre.ar/podcast/el-waze-de-los-perros-perdidos-la-app-argentina-que-busca-20-millones-de-mascotas-abandonadas/

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